No sé si será una utopía o no, pero al fin y al cabo es posible. Yo votaría a quien me lo prometiera.
Domingos de miseria. Hacía tiempo que no me acordaba de lo grande y lo corto que se hace un día cuando no sabes lo que hacer.
El desorden de mi persona,
Las vísceras, su asimetría,
desfilan por el río
Que se ha formado ahí fuera,
El que ha creado la lluvia de la
mañana.
El espejo me contradice,
Me da la espalda y mira atrás
Al desierto inhóspito desalojado
desahuciado
de nosotros
El sol es aún una agencia de viajes
Y el verano un elixir.
Soy cubismo y esperpento.
Me he perdido y encontrado entre tus disapariencias en el espacio de una tarde. Comparto tus mañanas con Gioconda, Fernando Pessoa, el café sin azúcar y con melancolía; tu también estás lejos. Escribí también sobre cigarros en balcones, ¿casualidad? o será lo que tiene el estar lejos. Me cago en la distancia y me fumo un cigarro contigo, aunque sea imaginario. Gracias por compartir todo esto, aquí, en este lugar que combate el espacio y el tiempo.
ResponderEliminarPD. A ver si nos tomamos alguna cerveza en algún verano :)
Wow, me alegra un montón leerte.
ResponderEliminarGracias, tú mejor que nadie también lo sabrás bien. Y por supuesto que nos tomaremos una cerveza, tarde o temprano, a ver si este verano cae... Poco a poco se van haciendo más cortos, no puede ser.
Un beso Mar :)
:)
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