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viernes, 29 de noviembre de 2013

De antes y ahora



Y luego está la infancia, el mar. Las tardes de luz cazando cangrejos, corriendo y gastando la energía que nos sobraba. Por mucho que avance el progreso, sólo queda en mí el recuerdo en blanco y negro, la plenitud perdida, el vaivén de una extinta orilla que borra las huellas de aquello que se nos escapó.


Dejo un poema de Vicente Gallego que me gusta bastante en honor a la noche de ayer y a lo que me queda de fin de semana:

LA RAZÓN EBRIA
(LSD-25)
A Miguel Ángel Velasco y Angelika Neitzke

Desatada del cuerpo vuela el alma
en la unánime noche abolida del tiempo,
y en esta breve duración
de una modesta eternidad ya mía,
por la remota senda de la sangre
a un lugar he llegado
de congoja en la paz donde ya he sido,
donde aún debo ser, donde estoy siendo,
donde el severo círculo se ablanda
del ojo fatigado dulcemente
y un aceite lustral unge las cosas.

Porque quise apelar
a este grave licor que a la más descarnada
vigilia nos somete de la carne,
en un río de luz de acometida fiera
va borrándose el norte,
y otro norte despunta en la bárbara estirpe
de esta hiriente emoción
que es la humana zozobra.

Revelación ninguna aguarda aquí
a quien por ella vino, sino ésta sencilla:
nuestro misterio somos,
la marea inquietante en que naufraga
nuestra confusa idea de nosotros.

Para saber de mí he llegado a un mundo
donde más y mejor me desconozco.
Y sólo hay salvación en este empeño
de ser como la rama que, feliz,
borracha de su savia poderosa,
florece ante un barranco sin pensar
que su fruto ha de ser para el abismo.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

De urbe y haikus


Me considero un lector de transporte público. Me molesta encontrar a alguien no tan conocido, sentir la necesidad de comenzar una conversación obligada. Me vuelvo asocial en mi burbuja y rezo para seguir en ella parada tras parada. De pie o sentado, indiferente. Me disgusta llegar a mi destino, dejar un capítulo a medio, a veces continúo andando, depende del interés. Me considero un lector de transporte público, concentrado entre ruido difuso de la ciudad.

Los haikus guardan una estrecha relación con la naturaleza, con el arte de contemplarla y escucharla. La naturaleza es enemiga de la burocracia, y sobre todo de los semáforos en rojo y ámbar. Aquí dejo unos Haikus urbanos (vaya paradoja):



Sopla muy suave
Noviembre. Aún con luz
Sopla muy suave.

...

Luces, ventanas
Edificios muy altos
Tarde de invierno.

...

Siempre de paso
Desalojo constante
Por tiempo y frío

sábado, 23 de noviembre de 2013

De cisión e inde


Sábado de nuevo para poder tirar de la cadena. 



MIEDO
Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso.

Raymond Carver

martes, 19 de noviembre de 2013

De simpatía y cena

Hoy me apetece algo sencillo. Una entrada simpática. 

A quien le pueda interesar, el cómic de "Portugal" es impresionante, (lo podéis encontrar en la biblioteca regional) no está a la altura de "Fun home" para mi gusto, pero aún así alcanza un grado de trascendencia y empatía que deja un sabor muy dulce (sobre todo la ilustración), y da que pensar también.

Estoy pensando en como enfocar mi primer trabajillo en el curso de poesía. Da gusto conocer y ver que las cosas no son tan simples como parecen, que los maestros son más maestros cuando comprendes.

Ahora, cuál sería tu última cena? Yo voy directo a la sopa de cebolla que me toca esta noche, la estoy oliendo ya, pero sin duda alguna para mi última cena no sabría elegir (para variar en mi vida) y eligiese lo que eligiese me arrepentiría. Supongo que es inevitable. Aquí una imagen simpática, famosos y comidas, con gráfica y todo:



Y para terminar, un ligero poema de trasporte público:

GLOSAS A HERÁCLITO
1
Nadie se baña dos veces en el mismo río.
Excepto los muy pobres.
2
Los más dialécticos, los multimillonarios:
nunca se bañan dos veces en el mismo
traje de baño.
3
(Traducción al chino)
Nadie se mete dos veces en el mismo lío.
(Excepto los marxistas-leninistas)
4
(Interpretación del pesimista)
Nada es lo mismo, nada
permanece.
                            Menos
la Historia y la morcilla de mi tierra:
se hacen las dos con sangre, se repiten.

domingo, 17 de noviembre de 2013

De brechas y cafeteras



Decía escandaloso xpósito "Cafetera y manta". Efectivamente. Como uno más, con la vista puesta en el calendario y en la brecha que se le puede hacer para escapar. Mientras tanto, escapismos cotidianos y Portugal. Y así homenajeo a mi hermano Fafi por esos lares (próximamente a mi alemán alehaaaaaaandross).


Me dices que es absurdo todo esto,
que no tiene sentido la vida si la piensas.
Mas no es un fin lo que yo busco,
sino el estar aquí y a la deriva,
una botella que en la playa
aguarda la marea, ningún camino o ansiedad,
el completo abandono sobre el agua,
en el mar, siendo parte de las olas
únicamente, la absoluta plenitud en el océano,
no la venda que vuestra meta lleva ante mis ojos
porque ese fin supone una renuncia.
Nada parece ajeno si respira,
mas no te engañes, el absurdo solo existe
desde la aceptación de un paraíso imaginado.

Vicente Gallego


lunes, 11 de noviembre de 2013

De moreras y estruendos



Me voy para dentro y cierro la ventana.
Me traen el candelabro y dan las buenas noches.
Y mi voz contenta da las buenas noches.
Ojalá mi vida sea siempre esto:
el día lleno de sol, o suave de lluvia,
o tempestuoso como si acabara el Mundo,
la tarde suave y las cuadrillas que pasan
fijas con interés en la ventana,
el último mirar amigo dado al sosiego de los árboles,
y después, cerrada la ventana y el candelabro encendido,
sin leer nada ni pensar en nada, ni dormir,
sentir la vida correr por mí como un río por su lecho,
y allá fuera un gran silencio como un dios que duerme.


Poemas de Alberto Caeiro.


Tengo ya ganicas de salir de la ciudad, de coger un finde con ganas y ponerme las botas. De que no me despierte el sonido del otoño en Murcia, es decir, el irritante estruendo de las podadoras amputando moreras. Seguro que no es el mismo que escuchaba Pessoa para escribir lo de arriba.

Prontico, que tengo ganas. Y despolvar la cámara también, a ver si acaba el carrete y aparecen fotos olvidadas que tanto gusto dan.

jueves, 7 de noviembre de 2013

De Albert y de Camus



100º aniversario de Albert Camus, sería absurdo no hacer una reseña sobre él, no creéis? Precisamente por eso dejo aquí una cosilla sobre un buen libro llamado "El mito de Sísifo", donde se pueden ver unas reflexiones bastante interesantes, descorazonadoras pero a la vez cargadas de optimismo. 


"No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible."

Camus desarrolla la idea del "hombre absurdo", o con una "sensibilidad absurda". Es aquél que se muestra perpetuamente consciente de la completa inutilidad de su vida. También es aquél que, incapaz de entender el mundo, se confronta en todo momento a esta incomprensión. El hombre rebelde será, por lo tanto, aquel que se encuentre en todo momento frente al mundo. Para ello es necesario una ética de la cantidad, no de la calidad, que acumule el mayor número de experiencias. Esta "eterna vivacidad", este eterno confortamiento con el absurdo mediante el mayor número de experiencias es justamente lo que daría sentido a no renegar del absurdo. En este punto Camus muestra como su existencialismo no promueve el quietismo y la pasividad ante el absurdo. Aceptar el absurdo, afirma, es la única alternativa aceptable al injustificable salto de fe que constituye la base de todas las religiones (e incluso del existencialismo, que por tanto Camus no aceptaba completamente). Aprovechándose de numerosas fuentes filosóficas y literarias, y particularmente de Dostoievski, Camus describe el progreso histórico de la conciencia del absurdo y concluye que Sísifo es el héroe absurdo definitivo.

Fuente

Como recomendación, hago un triple combo y recomiendo lo que me he leído de este hombre, precisamente "El extranjero" (novela), "Calígula" (teatro) y "El mito de Sísifo" (Ensayo, me quedan unas paginillas).

Y doy paso a una ida de olla sin trascendencia:






Me intento reconocer en las fotos
En el tiempo huidizo
Las formas son distintas.
Me intento reconocer en las fotos
Como intento reconocer en las calles,
De vuelta en la ciudad,
Los contenidos
Los andares, las elipsis,
-Soy  virgen, salgo a las 8,
Mi marido no rinde, estará en casa…-
Los detalles obvios y difíciles
Lo que no soy.
Me intento reconocer en las miradas
En el presente escapista transeúnte
En el presente de cartón piedra

Sonreíamos tan seguros

Entre tanta contradicción.

lunes, 4 de noviembre de 2013

De salud y obviedades

Es curiosa la antropología médica, pensar sobre la esencia del concepto de salud y de enfermedad. Desde el principio, en la actualidad, el primer referente es la OMS:

"La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia"

 Conforme creces te das cuenta de que eso, más que salud, es una utopía. Mis apuntes hablan sobre distintas percepciones a lo largo de la historia. Para resumir, diré que hoy en día el concepto de salud en nuestro entorno occidental está englobado dentro de una idea personalista y romántica. El hombre es una entidad natural, a lo que asociamos lo fisiológico y lo patológico biológicamente hablando, pero personal a la vez, a lo que asociamos la conducta, la moral, lo funcional...

Me gusta mucho una cita que sale en mis notas de un tal Siebeck, un personaje respetable que tampoco me gusta tanto una vez que he indagado un poco sobre él:

"No hay salud cumplida sin una respuesta satisfactoria a esta pregunta: Salud, ¿Para qué?. No vivimos para estar sanos, sino que estamos y queremos estar sanos para vivir y obrar"

Me gusta la concepción utilitarista de esa cita, la idea de Salud no como finalidad sino como medio para vivir. Si crees que estás viviendo y realizando a tu persona, técnicamente estás sano, cero preocupaciones.

En mis apuntes indican muchos criterios a tener en cuenta para definir salud, criterios objetivos y subjetivos, pero sin duda, el criterio que más me ha enfadado es el sociocultural. No como criterio en sí, porque es inevitable, sino por leer que el concepto de salud (y por ende la actitud hacia ella de una población) taaaaaaaambién depende de factores socioeconómicos. Evidentemente, eso ya lo sabía, pero especialmente hoy me ha venido grande.

La salud es un bien de consumo más en esta sociedad. Nadie, absolutamente nadie está sano porque no interesa que estemos sanos. Interesa que estemos gordos y queramos adelgazar, que estemos flacos y queramos engordar, que tengamos pelo y nos queramos depilar... Que nos pique y nos tengamos que rascar. No es nada nuevo lo que estoy diciendo ni descubro América a nadie, simplemente invito a quien me lea a pensar si está sano. Yo me he dado cuenta de que no lo estoy, y que posiblemente nunca lo estaré. Piedras en el camino.

Cuando hay suficientes estudios para demostrar ciertos hábitos nutricionales sanos y asequibles, prevención contra las principales causas de muerte en occidente, etc, al final quien no busca no encuentra, porque todo está sujeto a unas leyes de interés económico. Orgánico, Bio, verde, sano, ecológico... todas esas palabras son una bendición para vender más en los medios, algo de lo que aprovecharse.

Nacemos donde nos toca y apechugamos con lo que se nos impone. Me pregunto si habrá diferencia en adorar a un Dios o a un ídolo publicitario invisible. Si habrá mejor don que la aceptación total y absoluta de uno mismo.

domingo, 3 de noviembre de 2013

De nada de nada


Es desconcertante, la imagen y todo en general.
Creo que aún tengo que aprender a ser yo mismo.

viernes, 1 de noviembre de 2013

De alamedas y disecciones


El día de todos los santos, el día de los muertos... Las ánimas ya recorrieron los parajes del bosque animado y el Panteón de Tenorio en Sevilla. El miedo ya ha pasado, a los niños les duele la barriga de comer caramelos a escondidas.

No sé que escribir, este viernes se presenta lleno de oportunidades y creo que las aprovecharé en vez de enfrascarme en un viaje a mi imaginario para destilar cuatro palabras inútiles que luego no me sirvan. Lo que si sé es qué poner: 

La primera vez que vi la muerte de cerca olía a formol y se escondía al final de un pasillo. La primera vez que escuché la muerte fue por teléfono un día cualquiera, mi abuelo tenía malas noticias. La primera vez que recuerdo la muerte no como muerte sino como "se ha ido al cielo" es cuando mi abuelo por fin acabó esa maratón tan dura que sufrió de cama y olvido. Dejo algo que escribí para dos de esas ocasiones (muy amateur, como siempre):


La alameda 
A mi abuelo Diego

El largo camino a la escuela
es el ritual que mejor recuerdo.
Muy temprano
de lunes a viernes
la alameda y su gente de boina y jornal,
pañuelos de tela, periódicos,
el paso lento
como si el día fuese una larga y dinámica espera.

Todos le conocían
y yo me preguntaba si acaso
conocía él a todo el mundo:
Claro que sí.
El mundo era esa alameda
larga y sombreada
más allá de las vías del tren.

Es curioso
cómo la memoria muere,
cómo los trenes vienen y van,
y la alameda se vuelve gris
anónima
de paso fugaz, de cosas que hacer.

Me pregunto dónde estará
dónde se fue 
si aún le recuerdan
las hojas perennes de Lorca,
las plazas, los portales
y el silencio, ahora eterno, 
de su casa.


Niño neonato muerto en sala de disección

Es hermosa la
muerte
sus ojos negros
cerrados
y sus manos
y su cuerpo tan
pequeño,
es tan bella
que duele.

Héroes inertes
que se perdieron
sin llegar a
ser,
sin llegar a
sentir
nuestras presentes caricias
carentes de sentido,
pero donantes de
vida.
Cómo sueña la
muerte,
cómo duerme
una niña.
Así, mientras dormía,
le raptó
-bajo el mártir corazón-
y su belleza quedó
sellada
en la eternidad.
Esto pasa.

A veces la muerte se enamora.

Recomendación: "Fun home: una familia tragicómica" Es la imagen del principio, no tiene desperdicio.