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sábado, 29 de junio de 2013

De adioses y preludios

Voy a hacer una entrada dedicada a los cines, y en concreto a un tipo de películas que me gustan mucho.

La última tarde de cine (cine, cine, no ordenata) que pasé aquí simbolizó los dos extremos que se pueden ver en ese mundo. ¿Por qué? Vi dos películas diferentes en dos sitios diferentes:

La primera fue en un cine antiguo, mítico y céntrico, El Romuva, a la vista pero escondido, apartado de las corrientes comerciales, con una programación bastante variada a la que adaptarse. Es una especie de filmoteca o teatro, y es muy bonito, todo hay que decirlo. El filme se llamaba "Viramundo", y fue impresionante. A la derecha Nacho, a la izquierda Aiste, en medio yo, y creo que 6 o 7 personas más en la sala. De la mano de Gilberto Gil y con una fotografía preciosa hicimos un viaje a través de diferentes países y culturas musicales (Brasil, Australia, Sudáfrica...), conociendo personas vivas que hacían música como si no hubieran tenido que aprenderla nunca. Y Gilberto Gil... le daba a todo una atmósfera de tranquilidad y comprensión, de buen rollo tremendo.


Tampoco quiero vender la película, simplemente me sorprendió. Y es curioso que me sorprendiera sin expectativa ninguna, simplemente fue una hora y pico de cine relajado e interesante, escuchando música y testimonios, algo REAL, contado de una forma BONITA, por personas que en su campo son INTERESANTES. Y la entrada costó 2€ y pico (8 litas). Si os interesara alguna vez algo así, hay una serie documental que se llama "Entre2aguas" que es sencillamente brillante, y se puede aprender y disfrutar un montón con ella (Es la típica serie que ya no produce la televisión pública).

La segunda fue "Superman", con eso lo digo todo. Super estreno internacional, siguiendo con el tirón comercial de las pelis de superhéroes, producida por Christopher Nolan y dirigida por Zack Schneider (o como se escriba). La vimos en un centro comercial moderno, El akropolis, justo después de la cerveza de después de "Viramundo", en las salas de cine, y por supuesto, no había más opción que verla en 3D. La entrada fueron 22 litas (sobre los 6 euros), y había bastante gente. Bueno, pues en una zona totalmente opuesta pude disfrutar de una película totalmente opuesta. Me gustó, no me voy a engañar, pero no sé si fueron las veintitantas horas que llevaba sin dormir o la cerveza o qué... simplemente fue una lucha constante por no dormirme a partir de la hora de película. Alcanza un nivel tan sostenido de acción y acción y acción y más acción que llega un momento en el que -al menos yo- te llegas a preguntar: ¿Para qué?. La emoción de los momentos de acción breves y justificados, emocionantes, se pierde, para dar paso a unos fuegos artificiales de hora y pico, continuos, que son ESPECTACULARES, pero que no los pude soportar tanto tiempo e incluso me aburrieron.



Con esto qué quiero decir: Que en la primera no me dormí, y en la segunda sí, sólo eso. Que vivan las buenas películas que aún sobreviven entre tanta explosión y vacío (en los trailers era acojonante, todas las películas eran iguales), que vivan los documentales musicales, que no son en sí algo que todo el mundo esté dispuesto a ver, pero que al menos son aquí un símbolo de rebeldía y resistencia.

Mi última mañana en Kaunas del curso, pensando mierda y escribiendo crónicas cuando tengo un millón de cosas que hacer antes de coger el vuelo a mi familia y amigos. Comiendo techo, vamos.


Acción!!!

sábado, 15 de junio de 2013

De prisas y futuras postales




Estudio y batallo... Espero que lo que necesite sea un verano. No estar a la defensiva y por fin descalzarme y sentir la arena sobre mis pies. Reafirmarme.

Que bien viene a veces encontrar, o mejor dicho, descubrir tesoros perdidos. Y por perdidos me refiero en la rutina o en el recuerdo. O en la rutina del recuerdo. Aquí os dejo un poema de mi abuelo, Antonio de nombre, a mi juicio de las personas más sensatas de mi familia, junto con mi tía abuela Maribel. Nunca he mantenido una conversación con él fuera de la actualidad diaria, o de cómo me va mi vida de escaparate (estudios, amigos, futuro, bla bla bla). Y creo que ha sido más por no mirar más allá de mis propias narices, o por simplemente no darme cuenta. En cualquier caso, tengo ganas de dejar de correr como un pollo sin cabeza y parar, como cuando jugaba de niño al pillado, en casa, a salvo, para preocuparme de cosas más cercanas.

Aquí os lo dejo:

Azul

Busco en tu mirada
el lejano país soñado
el fondo de mis anhelos
la suave caricia de la brisa mensajera

Deja mujer, que te hable mi corazón
que te lleve a escondidas
por la senda muda del querer apretado.

No me delates, corazón,
no vaya tu dicha a traicionarte.

Ya sé que no das crédito
pero el azul del cielo llama a tu puerta
y un ángel se cruza en tu latir;
Quizá el día ha llegado...
Quizá el mundo amanece para ti.

martes, 11 de junio de 2013

De agonías y autobiografías ilustradas

Bueno, aquí va una de cómics, supongo que todo va por rachas.

Memorias de un hombre en pijama (Paco Roca)


Muy simpático. Ya leí "Arrugas" hace tiempo y me conmovió, ahora esta historia (que podría ser la historia de cualquiera) te saca varias sonrisas inconscientes. Qué chulada.

Blankets (Craig Thompsom) 


Otra con tintes autobiográficos. Absténganse todos aquellos que no les guste expresar sentimientos, ni verlos reflejados en una historia. 

Pagando por ello: Memorias en cómic de un putero (Chester Brown)


Y otra más autobiográfica. Esta tiene tintes de ensayo, reflexiones plasmadas sobre las relaciones de pareja, de amor en general, pasionales, familiares... y sobre la prostitución. Muy muy recomendado. Y también gracioso, por supuesto. 




miércoles, 5 de junio de 2013

Tardes de estudio atípicamente productivas y rabinos

Felicidades hermano, espero que los 18 años te den más experiencias que a mi. 

Tengo ganas de llegar a casa y repartir abrazos.



Tanto tiempo fuera
Me llega el olor a sábado
El sonido de la sobremesa
A las dos de la tarde
La nostalgia de la costumbre
Almendras para arreglar el país
Emperador con tomate, trabajo, curiosidades,
Estudios, cómetelo todo,
Ensalada al centro
-tomate pelado, huevo y maíz,
Ese fondo de aceite para mojar-
Natillas con canela.
Me llega el olor a sábado
Un sábado más.
Me llega el sonido familiar
De una sobremesa
Mientras devoro en silencio
Solo

Sobras.

sábado, 1 de junio de 2013

Rojo oscuro y hombreras de lego

Días y noches de amor y de guerra. No hay más verdad que esa. ¿De qué narices dependerá la balanza? 



Dejando esto a un lado, está muy interesante el panorama por aquí, la verdad. Tengo un festival a 30 segundos de mi casa (cuando digo festival me refiero a un escenario montado, sombrillas y mesas y puffs y puestos de cerveza, todo al aire libre). Escucho a jóvenes tocar por la ventana. Violas, flautas traveseras... En cuanto escuche algo que me llame la atención, simplemente bajaré, fuck yeah. 
Hay varias exposiciones bastante interesantes abiertas por las que tengo que pasarme pronto, algún día de paso, y hay mucha gente por la calle, de día y de noche, llueva o truene. Los estudiantes internacionales acaban sus días aquí y quieren aprovechar al máximo. Hay ambiente. 

Y a parte de eso, pues luego están los estudios y me cago en la leche vaya ganas... pero en fin. Motivación in crescendo.


Jose María Álvarez es un poeta consolidado de Cartagena, casi paisano. Lo descubrí hará unos meses y casi todo lo que he leído de él me ha encantado. Aquí os dejo un poemilla suyo, y os insto a adquirir su único libro "Museo de cera" 
Argent vivo

                            ¡Qué vida más tranquila parece llevar mi familia! 
                                                                                                 -pensó Gregorio
                                                                                                          Franz Kafka

                                                                  La voluntad y los apetitos... ah!
                                                                                                     Edmund Burke

¿Lo recuerdas? Tuvimos
la Luna en la palma de la mano.
Nunca otra vez la música
de aquel tambalillo de la playa
volverá a hacernos bailar,
ni, sin que nosotros lo escuchemos,
a crujir el mundo volverá.
Volverá tu marido, no es mal tipo,
en su jardín tu aburrimiento a colgar,
y el calorcillo que alumbra entre tus muslos
¿a quién llamará?
Quizá otros brazos y otros besos
profundamente sentirás,
y tu marido y yo quizá acabemos
bebiendo solitarios en un bar,
haciéndonos amigos; como es lógico
evocarte nos unirá.
Pero recuerda, como yo te he leído a Scott Fitzgerald
nadie te lo leerá.