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domingo, 27 de octubre de 2013

De amor y razón


¿Sabéis estos libros olvidados en las estanterías de los abuelos? El otro día rescaté uno olvidado, con páginas frágiles color amarillo ocre, posiblemente virgen (a juzgar por los bordes no marcados de las hojas y la ausencia de cicatrices). "Estudios sobre el amor" de Ortega y Gasset. Simple curiosidad, no es nada largo y me dije... Qué narices, no será complicado.

Y que me aspen, ¡Es gracioso! Desde luego hay ciertas cosas con las que no podemos estar de acuerdo hoy en día por muy agudo o adelantado que fuese Gasset a su época.... Pero hay otras que te hacen pensar, en el buen sentido. Curioso como poco.

"Amar una cosa es estar empeñado en que exista; no admitir, en lo que depende de uno, la posibilidad de un universo donde aquel objeto esté ausente.Pero nótese que esto viene a ser lo mismo que estarle continuamente dando vida, en lo que de nosotros depende, intencionalmente. Amar es vivificación perenne, creación y conservación intencional de lo amado. Odiar es anulación y asesinato virtual - pero no un asesinato que se ejecuta una vez, sino que estar odiando es estar sin descanso asesinando, borrando de la existencia al ser que odiamos."

Así define amor el máquina:

"Acto centrífugo del alma que va hacia el objeto en flujo constante y lo envuelve en cálida corroboración, uniéndonos a él y afirmando ejecutivamente su ser."

Aún así, creo que el amor, concretamente, no es tema para los filósofos, sino para los poetas, los artistas y los antropólogos apurando.

Pero antes que para ninguno de esos, el amor (y cuando hablo de amor, voy a citar a Ortega que puedo, "comencemos por no hablar de <amores>") es para sentirlo y punto, sin pensarlo en el momento, es para cada persona en su singular imaginario, es para simplemente vivirlo.


PD: Bunk, en aquel genial capítulo de la segunda temporada de "The wire", dijo a uno de los portuarios cuando iba a poner un tema en una juke box: "No iras a poner ese country verdad? Detesto ese jodido country" Lo siento Bunk, hoy toca, me ha sonado en el coche y me ha ayudado a darle duro a neuroanatomía.




sábado, 26 de octubre de 2013

De erotismo y búsqueda

Acabo de ver "The dreamers", una de esas películas que atrasas y atrasas y nunca encuentras el momento de verlas. Bien, pues este ha sido el momento, un viernes en casa, con un litro en la mano, temblando porque no tengo papel.

A mis 17 años las palabras salían solas. Ahora escribo y no me satisfago.

Es una gran película. Bertolucci y sus juegos sexuales, secuencias marcadas por grandes contradicciones, por blancos y negros, por jóvenes al fin y al cabo. Solos en el París revolucionario, la cultura al servicio de la opinión gratuita, los ideales políticos son embriagadores como el vino les alimenta, los padres se fueron de viaje.



Me ha gustado, la recomiendo para el que no la haya visto.
Lo que no recomiendo es este poema:


La ciudad cambia si estoy ausente,
Toma formas desconocidas
Que me invaden.
El incendio controlado continúa
Pero el calor no es el mismo.
Los bancos están ocupados
Los portales pintados en otros colores…
Muchas más franquicias, por supuesto.
Tengo una maleta esperando,
Llena de ropa vieja
Que no volveré a usar.
Un tiempo que invertir,
El que nos ata a todos a un lugar.
Mi chica ya no espera
Los trenes de cercanías siguen su curso.
Viernes noche

Al borde frío de la existencia.

jueves, 24 de octubre de 2013

De son las 00.05 y mañana madrugo



Esta noche, un poeta que me recomendaron hace poquito poquito y que ha hecho vibrar ya la patata más de un par de veces. Se llama Henrik Nordbrant, y cómo no, sólo de una persona que no pertenece a ningún lugar y a la vez al recuerdo de todos los lugares donde ha estado puede salir algo así. Me lo imagino, y tiene que ser una de esas personas entrañables con las que daría gusto compartir unas palabras. Es danés, y saco de él que me falta mundo, vocabulario, perspectiva y otras muchas demasiadas cosas. 


Mentiras


Es mentira lo que escribí en la carta que quemé 

que pienso todo el tiempo en ti. 


Pero yo pienso en ti casi todo el tiempo. 

También es mentira que no pueda dormir: 
Duermo muy bien y además sueño 
        con otras mujeres. 

Pero cuando me despierto, inmediatamente pienso en ti. 

A las hermosas mujeres que veo por la calle 
las desnudo con la mirada mientras intento 
        no pensar en ti. 

Y aspiro su aroma hasta que me desvanezco. 

Pero en todas las comparaciones sales ganando tú, 
        y mi soledad.


¿Cómo se puede escribir si te ciega la luz de una emoción? Muchas canciones, por poner un ejemplo, expresan el sentimiento de felicidad y tristeza, pero no van más allá. Al fin y al cabo la conclusión es clara y breve, estoy feliz o estoy triste o estoy enamorado. Hay una industria que gira en torno a eso, sólo tenéis que encender la radio, y no es que le vaya mal precisamente...

Yo creo que lo que nos acerca más a lo humano y nos aleja de la etiqueta de fábrica que pretende imponer en nosotros la industria (no sé si llamarlo, tristemente, cultura) son precisamente los detalles que brotan en cada persona, la subjetividad de la expresión llevada al máximo exponente, y sobre todo, no pasándose. La poesía, por ejemplo, es una forma. Cualquier arte, en general, e incluyo el arte de la conversación, de la cocina y muchos otros, dirá más de ti que cualquier molde prefabricado. El "cómo" estoy feliz o triste. No la emoción, sino el rastro de sentimiento único (e intransferible) que deja tan marcado y a la vez tan escondido en nosotros.

Esto dista mucho de ser algo que me guste, pero todavía no sé cómo coño expresarlo:


Los miro desde abajo
Y me digo: “Es tan sencillo…”
Voy a cumplir 21
Y aunque no quiera

Tus ojos y tu recuerdo me siguen cegando.

Acepto (y agradezco) sugerencias y comentarios para estas pajas mentales antes de dormir. Escapismos en días cotidianos.

domingo, 20 de octubre de 2013

De trenes y octubres

Un domingo más.

But don't think twice, it's all right



Don't Think Twice It's Alright [Bob Dylan 1962] from Dan Pick on Vimeo.


A VECES, EN OCTUBRE, ES LO QUE PASA

Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;

cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;

entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:

esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.

No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.


Ángel González

viernes, 18 de octubre de 2013

De tardes y solas



17 de octubre

Sólo soy un eje más
En la ciudad que gira.
Uno de los puntos únicos
que intenta trascender a las hojas de octubre
y al constante tráfico de media tarde…

Gira la ciudad
Se deslizan miradas sobre mí
Vuelos de palomas
El mareo de la costumbre.

En esa armonía ecléctica
Que se contempla
Desde la soledad
De un semáforo en rojo.


martes, 15 de octubre de 2013

De velas y tiempo



Finaliza el día, y no tengo ganas de pensar demasiado. Es mi cumpleaños, y me importa poco. Sé que las mejores cosas no se esperan. Sólo me ha hecho falta llegar a casa, tener esas pequeñas conversaciones furtivas con mi madre, hablar de temas predeterminados con mi padre, conversar sobre cosas comunes con mi hermano y prometer al otro que el sábado iré a verlo jugar. Aceptar dos buenos libros, regalar mi ingenuidad, felicitar (tuve la fortuna de ser el regalo de cumpleaños de mi madre el día del santo de mi difunta abuela) y sobre todo tomar una buena cerveza, brindar y coger fuerzas para un miércoles que pinta bastante provechoso. ¿Jose María Álvarez o Kafka? Espero que el estudio matutino me abra la mente.

De momento, "El maestro y Margarita" para adentrarme en las profundidades de la noche, y quizás algo como esto:

FINAL CONOCIDO

"Después de haber comido entrambos doce nécoras alguien dijo a Pilatos:
-¿Y qué hacemos ahora?
Él vaciló un instante y respondía (educado, distante, indiferente):
-Chico, tú haz lo que quieras.
Yo me lavo las manos."

Ángel González

domingo, 13 de octubre de 2013

De Frederik y Peeters

Hoy domingo, entre todas esas cosas que tengo que hacer, quiero hablar sobre dos tebeos de un Suizo bastante curioso: Frederik Peeters. Me encanta porque, al menos en lo poco que he leído de él, muestra un ritmo muy calmado, de viñetas y planos muy sugestivos y dinámicos, que se amoldan a la perfección con los pensamientos de los protagonistas, en los que la expresión y la situación ya dicen de más.

Píldoras azules




La sinopsis oficial es esta: "Píldoras azules cuenta cómo se inicia y desarrolla la relación entre Frederik y Cati, una chica seropositiva, como su hijo de tres años. Se trata de una reflexión sobre el poder de los sentimientos, la vida, la muerte, y la búsqueda de la felicidad. Durante las casi doscientas páginas veremos al protagonista plantearse todo tipo de preguntas acerca de la enfermedad y de cómo ésta influye en su relación con Cati. También el protagonista desarrolla una serie de sentimientos hacia el hijo de su pareja." (Wikipedia)

La realidad va mucho más allá. La profundidad de los personajes, el hecho de que sea autobiográfica, los planos y los dibujos que utiliza, las licencias que se toma... Joder, es que estás leyendo y no puedes parar. Recomendado, si tenéis ocasión de encontrarlo.

Lupus



Lupus es, como tantos otros, un relato que narra la madurez. En clave cósmica, sí, pero un relato de madurez al fin y al cabo. Una historia existencialista sobre el amor, la familia, los sentimientos y las relaciones humanas.
La capacidad narrativa de Peeters nos permite, mediante el dinamismo de sus composiciones, un privilegiado dominio del espacio, los frecuentes flashbacks y la importancia de los silencios y de los símbolos (con los elementos derivados de la botánica como principal sustento) entender los motivos de esta historia.
El guión funciona, pero de su engranaje con el dibujo nace su excelencia. Logramos afinidad con sus personajes, motivaciones y anhelos, no como si estuvieran involucrados en ese contexto, sino como si lo hicieran en el mismo contexto en el que vivimos.
Fuente

Es exactamente eso, personalmente una pasada. Dentro de poco van a editar el volumen integral con los 4 tomos, y creo que sale muy económico. Un día de estos caerá.


Y tras hacerle publicidad al cabrón este, me voy a seguir aprovechando el domingo. Que os vaya bonito.

jueves, 10 de octubre de 2013

De cosas, simplemente


Quiero hacer en esta entrada una reflexión personal (que no original, ya veréis) sobre la poesía, o al menos sobre una parte de ella. Y por supuesto quiero dejar claro que no tengo ningún estudio académico sobre ella ni nada por el estilo, simplemente expongo lo que he pensado tras leer a varios e intentar expresarme yo. 

Hace unos meses me impactó la persona de Alberto Caeiro, uno de los pseudónimos que usaba Fernando Pessoa. Su poesía era algo que no había visto nunca, era de una claridad extrema, un boicot al pensar y una invitación a sentir por el mero hecho de la belleza del sentir. "Yo no tengo filosofía: tengo sentidos"

Claro, en realidad de eso se trata, no? ¡De vivir! ¡De sentir! ¿Cómo vamos a escribir lo que no se puede escribir? La poesía es un disfraz que le ponemos al sentimiento, un envoltorio visible y perceptible, que da la idea de lo que hay dentro, con una precisión a veces impresionante, pero que no es la materia prima en absoluto.

Aquí es donde me vino de golpe lo de "El poeta es un fingidor", que también lo dijo Pessoa. 

El poeta es un fingidor


El poeta es un fingidor.
Finge tan profundamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.
Y quienes leen lo que escribe
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive,
Sino aquél que no han tenido.
Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.



Yo, al escribir, finjo un sentimiento artificial a partir de mi recuerdo, de mi pensamiento. El sentimiento que expreso en mi poesía no es sino el envoltorio artificial que yo creo para intentar cuantificar el sentimiento bruto e inexpresable. La persona que lee... digamos que si le gusta el poema, siente algo sólo aproximado. ¿Hasta qué punto podemos fingir? Me asusté cuando me di cuenta de la cantidad de mentiras que se pueden crear. De la distancia entre una vivencia y la lectura de un poema. ¿De verdad Neruda estuvo tan triste esa noche? 


El impostor

¿Qué beso fue su beso?
¿El que te dió?
¿O el que luego escribió
que te había dado?



Álvaro Salvador



En fin, pajas mentales fruto de un cuatrimestre un tanto light. Dejo mi pequeña creación a continuación y eso, si alguien quiere opinar (aunque no sé siquiera si esto se lee) que lo haga, me encantará y estaré super agradecido.

II

Un colchón en el suelo,
Noches de amor y paz.
No pienso, no soy
Nada más que lo que soy
Y lo que siento.

El tiempo, el recuerdo,
Sobre todo la soledad
Crean la mentira.

De micros y libres



Leyendo y divagando en horas de estudio... qué raro. Hoy me he chocado con un poema de Álvaro Salvador, y me ha gustado porque fue precisamente lo que un día busqué, sobre todo para aprender de él: El amor-rutina.


Hoy como ayer

                                                                       A Marga

Hoy como ayer nos vamos a la cama.
Los rostros otros, el cuerpo habituado
más maduro, inútil de saberse formalmente.

Todo transcurre bien.
Yo sé de tu tardanza y de los juegos,
tú de la rapidez y mi torpeza.
Los dos nos aplicamos el contacto
como sabia pareja de animales fecundos
que conocen la muerte
y la meditan...
Los rincones ocultos,
los suaves resortes permanecen
en su dulce lugar, siempre a la espera
de la repetición, del hábito, del rito
de la civilizada suerte que los halle
más allá del bien y del mal.

Todo transcurre bien
cuando el placer como un disparo exacto
nos alcanza.

Y el abrazo
vencido atrás quedó
como testigo mudo
de la perfecta técnica empleada.

Nada es igual que ayer
(tú bien lo sabes).
Así será la vida que nos queda
una templada cópula sin dolor y sin miedo,
quizá...
sin alegría.

martes, 1 de octubre de 2013

De planes y esbozos



Sin plan,
Hoy empieza octubre
y quiero volver a caminar por sus calles
Sentir que no me miran
El calor injusto y sofocante.
Arrepentirme en las noches,
Por no llevar chaqueta
O haber bebido de más,
Arrepentirme al verla en todas ellas.
Quiero caminar de vuelta a casa
Y de casa simplemente al lugar acordado
A las 19.00 a las 20.00 a las 21.00
Eso ya no importa.
Quiero ver a la gente
A mi generación, a los niños
Los bancos de los parques los quioscos los bares
Algo más que algún titular olvidado
Sentir las pulsaciones latentes el pensar
La existencia.
No quiero ver la vida que dejé
-esas esquinas llenas de tiempo ya no existen-
Quiero un plan,

Quizá dos.

De sombras que me linchan en noches de sábado


Las mujeres y las armas


I
Bailabas junto a mí canciones viejas,
antiguos éxitos de algún verano
que escucho por azar. Para el recuerdo
ningún guardián tan fiel como la música.
Yo era un niño asombrado por tu cuerpo,
pero llegó septiembre a separarnos.

Me abordaste de nuevo en la ciudad
más alta y maquillada, en sus rincones
perdimos la inocencia como un guante
lanzado con descaro a los demás.
Con el paso del tiempo representas
los cines de reestreno y la pasión.
No pudimos cumplir los veinte juntos.

Me tentaste después de otras maneras,
y tomabas las formas más extrañas.
Aprendí ciertos juegos a tu lado,
el frío que amenaza tras la fiesta,
y algunos trucos, casi siempre sucios,
para fingir calor antes del alba.
Empezaba a pensar que no existías.

Te acercaste de nuevo, por sorpresa,
en un pequeño bar de facultad,
nos amamos despacio y con asombro.
Estábamos cambiados y creí
que no te irías más de mi universo.
Hemos sido felices estos años.

Y ahora regresas otra vez, hermosa,
desconocida y joven como siempre,
tentando todavía al desaliento.
Regresas otra vez para que entienda
que te he perdido ya, que sigo solo.




II

Lo expresa una palabra: desencanto.
Ningún dolor concreto o abandono,
más bien esa actitud que a su partida
el dolor nos contagia:
cierta desconfianza y un asombro
extraño ante la dicha.
Que en el amor no sean
las palabras tan sólo lo gastado,
pues como en un poema que pretendo feliz
y me traiciona, en él he perseguido, siempre,
algún final más digno a sus comienzos.
En la desposesión que se repite
ya lágrimas no encuentro,
una resurrección, ninguna muerte
pudiera todavía emocionarme,
pues somos la costumbre del fracaso.

Pero yo sé que habrá, de vez en cuando,
algún modesto obsequio de los días:
alcohol y noches, tangos, libros, cuerpos,
o quizá el verso hermoso que hoy me huye:
escudo ante las llamas, armas blancas
contra el devastador ejército del tiempo.

Vicente Gallego




Vueltas y vueltas y vueltas, pero parece que ya se detiene todo, aunque con el mareo y la resaca de antaño. Aún no he conseguido dar el salto que quisiera, y creo que así estaré un tiempo. Como techo por las noches, veo fantasmas. Las calles no son las mismas. Ni siquiera tengo el reloj en hora. 
Me sobran un par de lastres. Me falta. 
Aún espero esa Murcia afilada y gris de febrero.